El ayuntamiento de Madrid acaba de activar el protocolo 3 por alta contaminación. Mañana jueves 29 de diciembre tendrán prohibida la circulación el 50% de los vehículos en el interior de la M-30. Sólo podrán circular por el interior de la M-30 aquellos vehículos cuya matrícula sea impar.
Se mantienen también las limitaciones de velocidad a 70 km/h en los accesos a Madrid desde la M-40 y en la M-30 y la prohibición de aparcar en el interior de la almendra a los no residentes. De esta manera todos los vehículos (excepto motocicletas, triciclos y ciclomotores), con matrícula par, no podrá circular por dentro de la capital.
Además, los taxis no podrán dar vueltas en busca de pasajeros, sólo captarán viajeros en paradas de taxi y en el SER.
Y no, no es una inocentada….
Tras 2 días consecutivos de superación de niveles máximos de contaminación, el consistorio de Manuela Carmena ha activado el protocolo 3 por episodios de alta contaminación. Consiste en lo siguiente:
- Medidas Informativas 1 y 2.
- Reducción de la velocidad a 70 km/h en la M‐30 y accesos.
- Prohibición del estacionamiento de vehículos en las plazas y horario del SER en el interior de la M‐30
- Restricción de la circulación en el interior de la almendra central (área interior de la M‐30) del 50% de todos los vehículos
- Medidas de Promoción del Transporte Público.
- Se recomienda la no circulación de taxis libres, excepto Ecotaxis y Eurotaxis, en el interior de la almendra central (área interior de la M‐30), pudiendo estos vehículos estacionar en las plazas azules del SER, además de en sus paradas habituales, a la espera de viajeros.
Desde Todoradares consideramos que, el prohibir, sin dar soluciones reales no sirve de nada. No hay más que acercarse un día normal (sin restricciones) a cualquier parada de autobús, estación de metro o de tren en Madrid para ver que el transporte público está saturado.
Si a un día normal (ya de por si saturado) le añadimos el 50% de los vehículos que mañana tienen prohibido acceder a Madrid, no hay que ser astrofísico para prever que el transporte del día de mañana será un caos. El transporte público no será capaz de absorber ese volumen de viajeros.