Son varios los factores que afectan a la distancia de detección en el empleo de un detector de radar en España y ciertos países europeos, motivado por el hecho de que la señal que percibimos es el rebote de la enviada por el radar, en los objetos que existen en la vía, en otros coches, en el guarda-rail, etc. Estos factores en USA al apuntar directamente al coche (y a la antena) no son tan importantes.
La distancia con el coche que nos precede, es un factor fundamental. Si conducimos pegados al coche que llevamos delante, este actuará como un muro cortándonos la posibilidad de recepción. Si por el contrario llevamos una distancia adecuada, nos servirá como rebotador de la señal de radar y seremos capaces de anticipar nuestra detección.
Los elementos que componen la estructura de la vía por donde circulamos, el empleo de guarda-rail metálico puede en ocasiones servir como guía-ondas, ayudándonos en nuestra detección. La falta de elementos útiles en el rebote de las ondas, normalmente habitual en carreteras y autopistas, donde no existen mobiliario urbano, dificultan la posibilidad y la cantidad de rebotes.
Por estos motivos en zonas abiertas de carreteras y autovía, el trafico de la vía es muy importante, a mayor tráfico tendremos mayor cantidad de rebotes, pero si el tráfico es demasiado intenso nos merma la recepción. Si el tráfico es nulo, la posibilidad de recibir un rebote de la señal de radar que emite en el mismo sentido de la marcha es mínima y dependerá exclusivamente de los objetos que componen la vía.
Otros factores importantes son la degradación y la propagación de la onda emitida, de escasa potencia y además rebotada. Esta onda se degrada muy rápidamente. La atenuación de la señal aumenta con la distancia, y es el resultado del cuadrado de la distancia multiplicado por la frecuencia.
En la degradación y la propagación (considerando que lo que recibimos son rebotes), la misma rugosidad del terreno atenúa la señal y la difunde. En el caso de lluvia, el hecho de que la calzada esté mojada, mejorará la propagación de la señal, pero sin embargo la lluvia (nieve, niebla…) atenuará la señal (por la absorción de potencia al pasar por un medio di-eléctrico como es el agua y la dispersión que producen las gotas). En este caso, tanto la cantidad de lluvia, como el tamaño y la forma de la gota de agua, afectará en la propagación y absorción de la onda. Si la precipitación es en forma de nieve, dependerá hasta el grado de humedad de la misma. Existen muchos mas factores que intervienen, incluso la presencia de gases en la atmósfera…
Esto es importante a la hora de detectar, pero no a la hora de trabajar el radar ya que este obtiene la medición directamente rebotada en el vehículo en una distancia muy corta, y solo una lluvia muy intensa podría hacer que no funcionara correctamente.